miércoles, 7 de agosto de 2013

Sombra aquí y sombra allá......

Hablemos un ratito de maquillaje básico.

Las mujeres nos maquillamos casi todos los días. Lo ideal es adaptar el tipo de maquillaje al tipo de actividad que se va a realizar ese día.

El maquillaje debe servir para realzar lo mejor de nuestros rasgos, y también para ocultar las imperfecciones. No debe hacer que nos sintamos disfrazadas, sino constituir un reflejo de nuestra personalidad.

Antes de comenzar cualquier maquillaje tenemos que haber limpiado e hidratado nuestro rostro (antes comenté lo que yo utilizo, luego os mostraré otras opciones en función de vuestro tipo de piel).

A continuación, si queremos una mayor duración del maquillaje así como lograr un tono más uniforme, lo ideal es utilizar una prebase de maquillaje, sobre todo en la zona central de la frente, nariz y pómulos (las zonas más sobresalientes y que también pueden ser más grasas).


Los correctores son sustancias algo más viscosas que el maquillaje fluído que se utilizan para disimular alguna irregularidad importante de la piel como un granito, mancha solar, ojeras, cicatrices. Se utiliza una pequeña cantidad aplicada sobre la zona afectada y se difumina con pequeños toques. No frotando. La tonalidad a utilizar depende de nuestra coloración de piel y del tipo de defecto, generalmente se utilizan tonos algo más claros que nuestra piel, en ocasiones con matices verdosos o amarillentos que producen un efecto óptico que anula la imperfección a simple vista. Los correctores se aplican ANTES DE LA BASE DE MAQUILLAJE. Si te olvidas, puedes hacerlo después pero difuminando muy bien. Otro día entraremos más en detalle en el mundo de los correctores.


 Ahora aplicamos la base de maquillaje que puede ser fluída o en polvo.

Las pieles secas obtienen mejores resultados de maquillaje con las bases fluídas porque el polvo puede producirles algo más de sequedad. Las pieles grasas, si utilizan una base fluída, deben tener cuidado y elegir una que no obstruya los poros (no comedogénica) para evitar los incordiosos granos y espinillas. Y si tienden a mostrar muchos brillos, mejor usar una base con acabado mate o aplicar un ligera capa de polvos a continuación, que ayudan a controlar el exceso de grasa, absorbiéndola.

Mary Kay ofrece una gama muy variada de tonalidades (elegid la más parecida a vuestro tono de piel), en dos fórmulas fluídas: una mate para pieles grasas y otra luminosa para pieles secas. También ofrece maquillaje en polvos sueltos, que utilizado sólo, sin base fluída debajo, da un resultado muy natural en aquellas mujeres que no sufren imperfecciones cutáneas  importantes y que por ello no precisan tanta cobertura.


El colorete o rubor facial se utiliza para realza las partes de la cara más sobresalientes como los pómulos y da luminosidad. Se utilizan colores rosados o de la escala de marrones para un efecto bronceado. Para lograr resaltar los pómulos hay que aplicarlo justo por debajo de tal manera que la zona pigmentada se verá más hundida y la adyacente, o sea el pómulo queda así más marcado.


Según el tipo de rostro que tengas, deberás aplicar el colorete de una forma determinada para conseguir un rostro uniforme. Si tienes la cara redonda, aplica el colorete de forma vertical, desde las mejillas hasta las sienes para hacer que tu cara parezca más alargada.

Para las caras cuadradas, la mejor aplicación consiste en extender el colorete en el centro del pómulo y dirigirlo hacia la sien.

Si tienes la cara en forma de triángulo, aplica el colorete desde el lado externo del ojo hasta la sien para ensanchar esa zona. Finalmente, si tu rostro es alargado, opta por colocar el colorete de forma horizontal, desde el centro de la mejilla hasta la oreja para redondear el rostro.

Para un maquillaje sencillo y rápido no aplicaremos más que un ligero pase con una sombra de ojos de tonalidad suave que combine con nuestra indumentaria, sobre el párpado móvil superior y una máscara de pestañas. Para uns mayor duración de la sombra podemos emplear previamente una pequeña cantidad de fijador de sombras en crema (eyeprimer)

Para terminar un maquillaje básico, aplicamos un labial en barra o simplemente un gloss combinado con el tono de la ropa que vestimos. 


¡Y así es como conseguimos una apariencia natural y fresca con la que comenzar la mañana pisando fuerte!




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