martes, 20 de agosto de 2013

Infección por Candida. ¿En qué consiste?¿Cómo prevenirla?

 

Candidiasis

Introdución

 La candidiasis es una infección producida por un hongo del tipo levadura, llamado Candida (normalmente del tipo Candida albicans, aunque hay otros tipos de Candida). Puede afectar con más frecuencia a la boca, la piel, el tracto urinario, la mucosa vaginal y el esófago, aunque ningún órgano del cuerpo está exento de riesgo. Alrededor del 75% de las mujeres desarrollan una candidiasis vaginal alguna vez en su vida. La candidiasis oral (muguet) es más típica de niños y ancianos. La afectación por candida de esófago y otros órganos internos se da con más frecuencia en sujetos inmunodeprimidos.



Signos y síntomas

Dependen del área afectada. Incluyen entre otros
  • Membranas blanquecinas en el interior de la boca o garganta (muguet).
  • Dificultad para tragar (odinofagia)
  • Rágades bucales.
  • Erupción cutánea en área de pliegues como las ingles, entre los dedos, pliegue submamario.
  • Picor vaginal con secreción blanquecina.
  • Fiebre en los casos de infección grave diseminada.

¿Cuál es la causa?

Existe de forma habitual, una cantidad restringida de Candida como parte de nuestra flora, en la boca, estómago y vagina sin que ello implique que se padezca una infección. Las bajadas de defensas (inmunosupresión), ciertos trastornos hormonales (anticonceptivos orales, embarazo), o algunas enfermedades crónicas (diabetes, psoriasis) pueden favorecer el sobrecrecimiento de Candida en dichas localizaciones y con ello la aparición de una infección propiamente dicha.

Ante una sospecha de candidiasis es preciso acudir al médico para confirmar el diagnóstico y recibir la terapéutica adecuada y consejos para evitar ulteriores episodios. Si se padecen episodios muy frecuentes de esta infección el médico debe descartar un trastorno inmunológico predisponente.

Opciones de tratamiento

Fármacos

Existen múltiples antifúngicos (fármacos activos frente a hongos) para tratar la candidasis. El médico precribirá uno u otro dependiendo del tipo de infección y de su gravedad. 

Existen enjuagues bucales, óvulos vaginales, cremas para uso tópico, comprimidos e inyecciones intravenosas (fluconazol, miconazol, cotrimazol, etc). Los efectos secundarios son variables.

Las pomadas para las erupciones cutáneas por Candida se combinan en ocasiones con corticoides de baja portencia para reducir la inflamación y el picor. La duración de los tratamientos farmacológicos oscila entre 2-3 días y 2 semanas. 

Asegúrate de tomar la medicación como se detalla en la prescripción médica. si no, existe el riesgo de recaída.

Algunas terapias complementarias y alternativas

- Algunos estudios sugieren que reducir el azúcar de la dieta puede ayudar a prevenir las infecciones por Candida. Otros alimentos que se piensa que pueden tener una relación con la infección por Candida con los lácteos y alimentos con altas concentraciones de levaduras (quesos, cacahuetes, alcohol). No hay nada científicamente demostrado al respecto.

- Algunas terapias alternativas utilizan probióticos (bacterias "buenas") con la intención de regular la flora bacteriana habitual de las mucosas sanas y así prevenir estas infecciones por hongos.
Se piensa que el ajo, las nueces, los cereales integrales, el orégano, la canela y el clavo en la dieta tienen propiedades antifúngicas.

- Probióticos (bacterias "amigas" o "buenas"): Lactobacillus acidophilus (1-1000 millones de organismos al día) o bifidobacterium (1000 millones de unidades formadoras de colonias al día) pueden ayudar a restaurar la flora bacteriana del intestino y otras mucosas, especialmente si se ingieren durante un tratamiento antibiótico, aunque existen evidencias científicas contradictorias. Si sigues una terapia inmunosupresora, consulta con tu médico antes de tomar probióticos, porque las bacterias "buenas" pueden no serlo tanto en personas con las defensas bajas. El yogur y el kefir constituyen también una fuente natural de probióticos aunque a concentración menor y por lo tanto, potencialmente menos eficaces a la hora de alcanzar las mucosas que deben ser protegidas de las infecciones por hongos.


- Vitamina C (500-1000 mg al día), vitamina E (200-400 IU al día), y selenio (200 microgramos al día), ayudan a reducir la inflamación y a mantener fuerte el sistema inmunológico.

- Los ácidos grasos esenciales tienen propiedades antiinflamatorias. Una mezcla de ácidos omega-6 (aceite de prímula) y omega-3 (procedentes del pescado azul) son una buena combinación (1000-1500 mg dos veces al día). También puede ayudar el disminuir las grasas animales saturadas de la dieta e incrementar la ingesta de pesacdo azul y frutos secos. Algunos ácidos grasos esenciales pueden aumentar el riesgo de sangrado, por su capacidad antitrombótica, especialmente a las personas en tratamiento con inhibidores de la coagulación como la aspirina (adiro, tromalyt), dicumarínicos (sintrom), clopidogre (plavix)

- Las vitaminas del grupo B: B1 (50 - 100 mg), B2 (50 mg), B3 (25 mg), B5 (100 mg), B6 (50 - 100 mg), B12 (100 - 1,000 mcg), folate (400 mcg al día).

- El ácido captylico (1g con las comidas) es otro tipo de ácido graso con propiedades antifúngicas.

- El propolis es una sustancia natural creada por las abejas a partir de resina de pino. Tiene propiedades antifúngicas en estudio in vitro. Un estudio en humanos mostró su utilidad contra el muguet (candidiasis oral). Las personas con alergia a la miel o que padecen asma deben consultar a su médico antes de la ingesta de propolis.


El uso de plantas medicinales constituye otra forma de fortalecer el cuerpo y de tratar la enfermedad. Las plantas, sin embargo, pueden desencadenar efectos secundarios en ocasiones importantes y pueden interaccionar con otras hierbas medicinales, con suplementos nutricionales o fármacos. Por estos motivos, las plantas medicinales deben ser utilizadas bajo control médico.

- El ajo (Allium sativum) tiene propiedades antifúngicas. Toma el equivalente de un diente de ajo al día (o una cápsula que equivale a 4000-5000 mcg de allicina). El ajo puede aumentar el riesgo de sangrado, especialmente en pacientes con tratamientos anticoagulantes. También interacciona con fármacos como los utilizados contra el VIH.


- El jugo de equinácea (Echinacea purpurea) ha mostrado su utilidad para prevenir la recurrencia de candidiasis vaginal. La dosis recomendada es de 2-4 ml al día. Las personas con enfermedades autoinmunes, como el lupus o la artritis reumatoide deben evitar la equinácea, puesto que puede interaccionar con numerosas medicaciones para el tratamiento de estas patologías.

- El aceite de árbol de te (Melaleuca alternifolia) presenta propiedades antifúngicas en estudios de laboratorio (in vitro). En un estudio, fue efectivo para tratar la candidiasis oral como  enjuague bucal. Este aceite es tóxico si es ingerido, por lo que debe ser utilizado con precaución.

- Asimismo, el gel de granada (Punica granatum) ha mostrado ser tan efectivo como el miconazol tópico para el tratamiento de la candidiasis en un ensayo clínico.

- Evitar un abuso de antibióticos que matan las bacterias "buenas" que mantienen a Candida controlada se ha mostrado una de las medidas de mayor utilidad contra estas infecciones por hongos. 

Prevención

Puedes prevenir futuras infecciones por Candida ingiriendo Lactobacillus acidophilus cuando tomas antibióticos, llevando ropa interior de algodón, manteniendo una higiene corporal adecuada y evitando el sobrepeso.
También se deben evitar los productos de higiene íntima que puedan alterar el Ph de dicha zona.

Bibliografía

Hronek M, Vachtlova D, Kudlackova Z, Jilek P. Antifungal effect in selected natural compounds and probiotics and their possible use in prophylaxis of vulvovaginitis. Ceska Gynekol. 2005 Sep;70(5):395-9.
Hatakka K, Ahola AJ, Yli-Knuuttila H, Richardson M, Poussa T, Meurman JH, Korpela R. Probiotics reduce the prevalence of oral candida in the elderly -- a randomized controlled trial. J Dent Res. 2007 Feb;86(2):125-30.
Khodavandi A, Alizadeh F, Aala F, Sekawi Z, Chong PP. In Vitro Investigation of Antifungal Activity of Allicin Alone and in Combination with Azoles Against Candida Species. Mycopathologia. 2009 Nov 19. [Epub ahead of print]
MacPhee RA, Hummelen R, Bisanz JE, Miller WL, Reid G. Probiotic strategies for the treatment and prevention of bacterial vaginosis. Expert Opin Pharmacother. 2010 Dec;11(18):2985-95. Review.
Nyirjesy P, Robinson J, Mathew L, Lev-Sagie A, Reyes I, Culhane JF. Alternative therapies in women with chronic vaginitis. Obstet Gynecol. 2011 Apr;117(4):856-61.
Pellati D, Fiore C, Armanini D, Rassu M, Bertoloni G. In vitro effects of glycyrrhetinic acid on the growth of clinical isolates of Candida albicans. Phytother Res. 2009 Apr;23(4):572-4.
Pirotta M, Gunn J, Chondros P, et al. Effect of lactobacillus in preventing post-antibiotic vulvovaginal candidiasis: a randomised controlled trial. BMJ. 2004;329:548.
Santos VR, Gomes RT, de Mesquita RA, de Moura MD, França EC, de Aguiar EG, Naves MD, Abreu JA, Abreu SR. Efficacy of Brazilian propolis gel for the management of denture stomatitis: a pilot study. Phytother Res. 2008 Nov;22(11):1544-7.
Santos VR, Pimenta FJ, Aguiar MC, do Carmo MA, Naves MD, Mesquita RA. Oral candidiasis treatment with Brazilian ethanol propolis extract. Phytother Res. 2005 Jul;19(7):652-4.
Vasconcelos LC, Sampaio MC, Sampaio FC, Higino JS. Use of Punica granatum as an antifungal agent against candidosis associated with denture stomatitis. Mycoses. 2003;46:192-6.
Watson C, Calabretto H. Comprehensive review of conventional and non-conventional methods of management of recurrent vulvovaginal candidiasis. Aust N Z J Obstet Gynaecol. 2007 Aug;47(4):262-72. Review.
Witt A, Kaufmann U, Bitschnau M, Tempfer C, Ozbal A, Haytouglu E, Gregor H, Kiss H. Monthly itraconazole versus classic homeopathy for the treatment of recurrent vulvovaginal candidiasis: a randomised trial. BJOG. 2009 Oct;116(11):1499-505.



No hay comentarios: