Te has pasado media hora arreglándote en el cuarto de baño, para ir perfecta a esa boda, o a esa gran de fiesta. Te has cuidado hasta el más mínimo detallito de tu vestimenta y de tu maquillaje, y vas sonriendo a todos los lados, con tu mayor sonrisa. Esta sonrisa se desvanece al llegar al baño, donde te das cuenta al mirarte al espejo de que tienes los dientes manchados de carmín.
Este problema es más frecuente con los labiales de color rojo intenso.
Para que no te vuelva a pasar ésto, haz lo siguiente:
Al terminar el maquillaje de los labios pon los labios como una "O", introduce el dedo índice en la boca y sácalo suavemente, si hay un resto de carmín dentro del labio, que tenga la intención de pegarse en tus dientes lo evitarás porque el dedo arrastrará ese exceso. ¿Sencillo verdad?
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